El silencio interior donde nuestra intuición despierta
Posiblemente hay momentos en los que hemos comenzado a explorar lo que realmente queremos, y nos preguntamos ¿Cómo hacer para que esos deseos profundos se manifiesten? Es importante empezar por escuchar aún más claramente esa amorosa y leal voz interior que todos tenemos, algunos la llaman instinto o intuición y otros la inteligencia silenciosa de nuestro corazón y nuestra alma, la sabiduría que siempre sabe hacía donde guiarnos.
Cuando estamos en armonía con esa voz interior, empezamos a tomar decisiones desde un lugar maravilloso de quietud y diseño divino, las señales están dentro de cada uno de nosotros y nos aguardan para mostrarnos asombrosas posibilidades, de manera que podemos estar abiertos para conectar con nuestro admirable corazón y escuchar esa avispada intuición que anima nuestros sueños.
En el camino para manifestar nuestros sueños más profundos y sinceros hemos dado con el primer y más importante paso, ponernos en contacto con los deseos de nuestro corazón, formándonos una clara visión de lo que realmente queremos crear en nuestras vidas y por consiguiente compartir con el mundo. A medida que cultivamos la atención y la intuición, que nos ayudaran a hacer nuestros sueños realidad, seguiremos ampliando la conciencia divina y nuestro potencial infinito.
La calidad de nuestra atención es una de las claves para establecer intenciones poderosas, dando otro gran paso al concentrarnos en lo que queremos y no, en lo que no queremos, aquello en lo que ponemos nuestra atención se expandirá en nuestra experiencia, por lo que es importante enfocarnos en lo que deseamos que florezca en nuestras vidas.
Una vez hemos establecido intenciones bien definidas, ahora en este momento podemos comenzar a actuar para darle vida a nuestra visión; al entrar en contacto con nuestra sabiduría interior, la fuente de nuestro deseo, sintonizaremos una forma de inteligencia que va más allá de la mente racional, una inteligencia que es un atributo de nuestra alma y que no le interesa ganar ni perder, de manera que nuestro corazón escucha a escondidas la mente del universo y nos da acceso a una fuente de infinitas posibilidades.
Cuando por fin estamos atentos a nuestra intuición podemos experimentar destellos de entendimiento y saltos cuánticos de creatividad que son imposibles para nuestra mente lógica y lineal, nos adentramos a poder sentir nuestro camino por la vida, a confiar en nuestras corazonadas y permanecer abiertos y flexibles sin tener que apegarnos en ningún momento a un plan rígido.
La intuición no es un don especial, todos tenemos habilidades intuitivas que podemos cultivar y utilizar para manifestar nuestros deseos y crear nuestro propio destino, podemos ir más allá de nuestra ruidosa confusión mental hacia la quietud y el silencio interior, en esa claridad pura del silencio, donde nuestra intuición despierta y nos guía para que de manera espontánea optemos por las elecciones más evolutivas para nuestra alma.
EVA Mª VAZQUEZ
Preciosa reflexión del viaje hacia nuestro interior, y la sabiduria que todos tenemos aunque esté dormida hay que animarse a despertar…Gracias
Gracias Roser, es importante animarse a descubrir esa sabiduría dormida y disfrutarla. Este es el verdadero viaje de nuestra vida, sin embargo nos perdemos entre tanta información que olvidamos escucharnos, perdiendo una conexión que realmente merece la pena mantener. Un fuerte abrazo.
Me resuena mucho este artículo porque estoy absolutamente de acuerdo con la necesidad que tenemos de este silencio, fundamental para poder escucharnos.
Muchas gracias por compartirlo!
Haydeé
Hola Haydeé, muchas gracias por tu comentario. Me alegro mucho que resuene en ti, está escrito con ese propósito, para que nuestro corazón vibre y despierte de su letargo y así podamos recuperar de su sueño terrenal la divinidad que nos fue entregada. Un fuerte abrazo.