Lo Llamamos Amor Cuando Queremos Decir Química !!!!
La sensación de estar enamorado es conocida por todos los seres humanos como un proceso difícil de describir, que nos hace sentir alegres y felices, nos mejora el estado de salud y nos reconforta. Esta variedad de sensaciones que todos conocemos tienen lugar a nivel cerebral, es decir, son reacciones químicas. Por tanto, cabe preguntarse, ¿qué es lo que sucede en nuestro cerebro cuando nos enamoramos?
Todos hemos escuchado en algún momento de nuestras vidas la frase “el amor es como una droga” y… literalmente es así. Los circuitos neuronales que se activan cuando nos enamoramos son exactamente los mismos que tienen lugar cuando consumimos sustancias adictivas; como alcohol, chocolate, café…
Es el sistema límbico y su sistema de recompensa el responsable de generar esta “adicción”. Este sistema se activa frente a determinados estímulos que causan placer o nos hacen sentir bien (por ejemplo: comer algún alimento dulce, ir de compras, realizar ejercicio físico…) y está regulado por neurotransmisores, entre los que cobra especial sentido la dopamina (también conocida como hormona del placer o felicidad). Esta es segregada desde el Área Tegmental Ventral y genera una gran variedad de sensaciones fisiológicas como el incremento de la presión arterial o frecuencia cardiaca.
Sorprendentemente, la motivación también juega un papel crucial en este sistema de recompensa modulando nuestro comportamiento. De esta forma, nos acercamos o nos alejamos hacia aquellos estímulos que nos producen cierta recompensa.
Ahora bien, ¿es igual este sistema en hombres y en mujeres, o… existe alguna diferencia? En efecto, se han descubierto algunas diferencias sensoriales. En el caso de los hombres, el proceso es sencillo, siendo los estímulos visuales (forma de gesticular o aspecto físico cuidado) los que generan principalmente la secreción de dopamina. Sin embargo, en mujeres, el proceso envuelve diferentes sentidos como el olfato o el tacto, de esta forma el sexo femenino tiene tendencia a experimentar sensaciones relacionadas con feromonas.
Asimismo, se han señalado otras diferencias entre ambos sexos que radican en el crecimiento del cerebro, concretamente de la corteza prefrontal, responsable de la cognición. En este sentido, las mujeres culminan el proceso de maduración de esta zona cerebral a los 21 años, mientras que los hombres no lo consiguen hasta los 26 años de edad, siendo este proceso mucho más lento. Asimismo, se ha mostrado que el Área Tegmental Ventral es hasta un 70% mayor en mujeres y se activa durante el orgasmo sexual, haciéndolo más duradero debido a esta extensión. Por tanto, ¿explican estas diferencias anatómicas por qué las mujeres se implican de forma más temprana en las relaciones de parejas que los hombres?
AURORA PRIETO VÁZQUEZ
PSICÓLOGA Colegiada nº AN -10730
Secretaria y socia fundadora de AEPROMECO
Colaboradora de EnMedio
Muy interesante tu artículo.
Muchas gracias Carmen. Besos
ENHORABUENA 💝 por éste MARAVILLOSO artículo!! Haber si poco a poco conseguimos formentar que existe la magia en cada un@ de nosotr@s y que el entusiasmo es la vitamina fundamenta!! Un saludo compañera de la VIDA
Muchas gracias Lourdes por tus bellas palabras, nos complace enormemente que artículos como este lleguen a entusiasmar y motivar a personas que como tú reconocen la magia que llevamos dentro. Un fuerte abrazo…hasta pronto!!